Atención Primaria y multidisciplinar.
Mujer de 87 años que consulta por edemas en dorso de pies y aumento del perímetro abdominal.
Enfoque individual
Antecedentes: HTA e hipercolesterolemia.
Medicación habitual: Losartán, Hidroclorotiazida y Rosuvastatina.
La paciente presenta edemas en dorso de pies y aumento del perímetro abdominal de 2 semanas de evolución. Pérdida de peso de 3 kg en 3 meses. No otra sintomatología.
Conciente, orientada, TA 128/86, Sat O2 97%. No ingurgitación yugular, ni ictericia.
AC: ruidos cardiacos rítmicos a 84 lpm, sin soplos.
AP: normoventilación.
Abdomen: Matidez a la percusión de hipocondrio derecho. Se palpa masa a nivel de epigastrio ligeramente móvil.
EEII: edemas con fóvea en dorso de pies y maleolos.
Plan: Furosemida 40 mg 0.5 cp cada 24 h y realización de las siguientes
exploraciones complementarias:
- Analítica: GGT 801, ALT 554, VSG 101. Resto normal.
- Serologías: Anti HBc positivo, HBs Ag, Anti HBs, Anti VHC negativos.
- Ecografía abdominal: Masa de 52x70x77 mm de probable origen tumoral, siendo dificil determinar origen. Aumento del calibre del hepatocolédoco y dilatación de vías biliares.
- TAC: Masa epigástrica que no depende de ninguna víscera. Desplaza caudalmente al páncreas sin infiltrar. Esteatosis hepática.
- Biopsia con aguja gruesa con estudio inmunohistoquímico: beta catenina, CD34, CD99 con moderada inmunorreactividad, compatible con tumor fibroso solitario.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Las patologías incluidas en nuestro diagnóstico diferencial han sido: insuficiencia cardíaca mal controlada y patología oncológica.
Tratamiento y planes de actuación
Tras contactar con Medicina Interna y Cirugía General, se valoró a la paciente y se contempló con ella la posibilidad de presentar una actitud expectante y tratamiento sintomático, sin optar por realizar intervención quirúrgica, ya que esta intervención conlleva unos riesgos y además dicha estirpe tumoral presenta en la mayoría de los casos carácter benigno.
Evolución
La paciente se encuentra controlada con su medicación y con Furosemida 0,5 cp cada 24 horas.
El tumor fibroso solitario se trata de una rara neoplasia de partes blandas. Sus localizaciones más frecuentes son retroperitoneo y extremidades inferiores, aunque puede desarrollarse en cualquier localización del cuerpo humano.
El diagnóstico y el tratamiento desde atención primaria es clave, presentando siempre una perspectiva amplia, realizando un buen diagnóstico diferencial, descartando siempre lo más frecuente y utilizando las pruebas complementarias cuando sea necesario.