XXXIX Congreso de la semFYC - Málaga
del 9 al 11 de mayo de 2019
Los trastornos mentales tienen enormes repercusiones en el desarrollo emocional e intelectual del adolescente y en el resto de los miembros de su familia. Muchos de los adultos diagnosticados de alguna enfermedad mental comenzaron su sintomatología antes de los 14 años, por lo que el diagnóstico precoz de la patología mental es difícil, pero necesario y mejora el pronóstico de estos pacientes. Etiquetar de forma precipitada al paciente o realizar una intervención inadecuada puede afectar negativamente al paciente y su entorno, de igual forma ocurre si el diagnóstico se realiza de forma tardía. La prevalencia de trastornos mentales en adolescentes europeos de 15 a 19 años es del 20%, y solo una quinta parte son correctamente diagnosticados. En el manejo del paciente con patología grave de salud mental es necesaria una colaboración estrecha entre Atención Primaria y salud mental, de forma que las intervenciones y tratamientos se vayan intensificando según el estado y la evaluación del paciente. Es preciso un adecuado conocimiento del tratamiento farmacológico de las patologías más frecuentes (depresión, ansiedad, TDAH, trastornos psicóticos) tanto para detectar su inicio desde Atención Primaria como para su seguimiento.