XXXVI Congreso de la semFYC – A Coruña
del 9 al 11 de junio 2016
Atención Primaria.
Mujer de 48 años que acude varias veces en los últimos seis meses a su médico de familia por presentar tumoración en región cervical, que drena contenido purulento.
Enfoque individual
Antecedentes personales: VIH diagnosticado hace 12 años, con buen control y tratamiento hasta hace 4 años, cuando abandona el tratamiento. Síndrome depresivo sin tratamiento. Sin hábitos tóxicos.
Anamnesis: Mujer de 48 años que consulta por presentar tumoración en región cervical izquierda de 6 meses de evolución, que drena contenido purulento desde hace un mes. Se acompaña de malestar general, pérdida de peso, astenia y episodios febriles intermitentes.
Exploración: Exploración general y por aparatos sin alteraciones, salvo palpación de varias adenopatías a nivel cervical, una de ellas con drenaje de material purulento.
Pruebas complementarias: Analítica con linfopenia (LT-CD4=13). Aumento de reactantes de fase aguda. Carga viral VIH= 5600 copias. Radiografía de tórax: Patrón intersticial micronodular bilateral. TAC tórax: Imagen sugestiva de absceso en región laterocervical izquierda, junto con patrón micronodular difuso a nivel de parénquima pulmonar. Estudio microbiológico (esputo, orina y exudado de adenopatía cervical): Mycobacterium tuberculosis complex.
Enfoque familiar
Familia nuclear en etapa III (final extensión). Red social con alto apoyo emocional e interacción social positiva. Acontecimientos vitales estresantes: Madre fallecida. Diagnosticada de VIH en 2004, tras cuatro años de tratamiento decidió suspenderlo, sin seguimiento desde entonces.
Desarrollo
Tuberculosis miliar en paciente inmunodeprimida, asociado a síndrome depresivo. Linfadenitis tuberculosa.
Al tratarse de una paciente inmunodeprimida, hay que pensar siempre en infecciones oportunistas.
Tratamiento
Se inició tratamiento con isoniacida, pirazinamida y rifampicina. Además, tratamiento antirretroviral (raltegravir y emtricitabina) y antidepresivo.
Evolución
Buena evolución tanto clínica como analítica. Continúa en tratamiento y seguimiento estrecho por su médico, quien vigila aparición de nueva sintomatología y cumplimiento de la medicación.
La tuberculosis miliar es una enfermedad grave que debe ser diagnosticada precozmente. El diagnóstico de esta patología no es fácil, ya que tanto las manifestaciones clínicas como los hallazgos radiológicos no son específicos, pero debemos sospecharlo en pacientes inmunodeprimidos.
Es importante el seguimiento de los pacientes VIH desde atención primaria para favorecer el cumplimiento del tratamiento y vigilar los factores de riesgo para infecciones oportunistas.