El objetivo es resaltar la importancia del médico de familia en el diagnóstico y orientación de los pacientes, en colaboración con otras especialidades de la atención secundaria de salud.

Una mujer de 21 años acude a la clínica con quejas en la región genital externa.

Enfoque individual

Irrelevante. Niega haber iniciado una vida sexual.

Enfoque familiar y comunitario

Irrelevante.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Una mujer de 21 años acude a la clínica con quejas en la región genital externa, sensación de ardor, que empeora al orinar. También secreción blanquecina y con picazón. Al momento de la observación presentó eritema intenso en región vulvar y secreción blanquecina en el interior de la vagina, como requesón adherido a las paredes. Fue tratada con fluconazol oral y antimicótico tópico.
Regresó a consulta 1 semana después por reaparición de molestias al finalizar el tratamiento. Se solicitó exudado vaginal que reveló numerosas colonias de Saccharomyces cerevisiae.

Tratamiento y planes de actuación

El médico de familia revisó la literatura sobre el hongo en cuestión y descubrió que se trataba de una infección rara y resistente a los antifúngicos más utilizados. Por ello, remitió al paciente a una consulta de Enfermedades Infecciosas del hospital de su zona de residencia.

Evolución

Seguimiento y estudio en la consulta de Enfermedades Infecciosas.

Según WONCA, una de las características de la Medicina Familiar es utilizar eficientemente los recursos de salud, coordinando la prestación de la atención, y gestionar la interfaz con otras especialidades, asumiendo un papel de defensa del paciente cuando sea necesario.

En conclusión, el médico de familia desempeña un rol crucial en el sistema de salud, actuando como el primer punto de contacto para los pacientes y siendo fundamental en la detección temprana de diversas condiciones clínicas. Su formación amplia y holística les permite identificar una amplia gama de problemas de salud, desde los más comunes hasta aquellos que requieren una atención especializada.

Sin embargo, cuando las condiciones médicas exceden su ámbito de actuación, es esencial su capacidad para orientar adecuadamente a los pacientes hacia especialistas. Esta derivación oportuna y precisa asegura que los pacientes reciban el tratamiento más adecuado y especializado, mejorando así los resultados clínicos y optimizando los recursos del sistema de salud.