XXXIX Congreso de la semFYC - Málaga
del 9 al 11 de mayo de 2019
Atención primaria
Caso multidisciplinar
Mujer de 32 años que acude a consulta con test de embarazo positivo. Es un embarazo deseado por lo que la incluimos en el programa de embarazo y primera visita con matrona.
Enfoque individual
NAMC
Buen estado general, buena hidratación, tensión arterial 110/60, actualmente asintomática
Se realiza primera analitica de sangre solicitada en programa de embarazo y presenta serología positiva con IgM a toxxoplasmosis.
Consultando analíticas previas, presenta una IgM a toxoplasmosis positiva desde hace dos años, cuando se realizo una analítica de sangre previo a búsqueda de gestación. La apciente nos comenta que en ese momento le indicaron que no podía quedrse embarazada hasta que no desaparecieran los anticuerpos. Después de dos años, continúan persistentes.
Enfoque familiar y comunitario
SIn antecedentes de interés
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Toxoplasmosis IgM persistente
Tratamiento y planes de actuación
Se decide derivar a la paciente a medicina interna y continuar la evolución normal del embarazo con seguimientos periódicos reglados.
Las medidas a tomar pueden resumirse en los puntos siguientes:
● Instauración de tratamiento con espiramicina para disminuir el riego de transmisión vertical.
● Control ecográfico para valorar lesiones compatibles con una infección por Toxoplasma
● Estudiar la presencia del parásito en muestras fetales
Evolución
En estos casos es obligada la cuantificación de las IgG en una segunda muestra de suero tomada a las 3-4 semanas de la primera. Un aumento significativo del título de anticuerpos IgG entre las dos muestras es diagnóstico de certeza de infección aguda.
La detección de los anticuerpos IgM fue considerada marcador de la fase aguda de la enfermedad. La evidencia de que los títulos de IgM anti-Toxoplasma pueden permanecer detectables durante meses o años, después de producida la infección primaria ha cambiado este concepto.
La ausencia de IgM descarta la infección reciente. La presencia de IgM implica la necesidad de proseguir el estudio como con nuestra paciente.
La incidencia real de toxoplasmosis en nuestro medio no está establecida. Su conocimiento está dificultado por la presencia de formas subclínicas y tardías (generalmente infradiagnosticadas), por lo que debemos detectar la infección primaria en la gestante.
La persistencia de las IgM anti-Toxoplasma, durante meses o años, hace que esta determinación sea útil tan sólo como cribado, para localizar las posibles infecciones agudas, pero la invalida para confirmar el diagnóstico.