XXXIV Congreso de la semFYC - Gran Canaria
del 12 al 14 de junio 2014
ÁMBITO DEL CASO
Atencion primaria.
Caso multidisciplinar.
MOTIVOS DE CONSULTA
Ictericia y dolor abdominal.
HISTORIA CLÍNICA
Enfoque individual
Antecedentes: Sin interés. No hábitos tóxicos. No viajes recientes, no conviviente con animales ni transfusiones.
Anamnesis: Varón de 21 años que tres meses antes consulta por cuadro de tos y flemas siendo diagnosticado de tuberculosis y tratándose en un primer momento con Rifater (isoniazida, rifampicina, pirazinamida), control analítico en el primer mes, manteniendo dicho tratamiento tres meses y posteriormente sustituyendo el tratamiento por Rifinah (isoniazida, rifampicina). En esta ocasión acude nuevamente por cuadro insidioso de ictericia, astenia, epigastralgía, nauseas y vómitos en la primera semana de tratamiento con Rifinah. Se realiza analítica con alteraciones en enzimas hepáticas y bilirrubina.
Exploración: Ictericia de piel y mucosas. Resto de exploración sin alteraciones.
Complementarios: En el hospital se repite analítica, se realiza radiografía de tórax, ecografía abdominal, serología de virus hepatotropos y autoinmunidad
Enfoque familiar
Joven que convive con su familia, relación estable heterosexual. Estudiante de ciclo formativo de grado superior. Estabilidad familiar y emocional.
Desarrollo
Juicio Clínico: Hepatitis aguda generada por fármacos (isoniazida y rifampicina)
Diagnostico Diferencial: Hepatitis víricas, autoinmunes, consumo excesivo de alcohol, síndrome de Dubin- Jhonson, síndrome de Rotor, síndrome de Summerskill, hemocromatosis, enfermedad de Wilson, déficit A1 antitripsina, enfermedad celiaca, miopatías, ejercicio intenso, sarcoidosis, enfermedades de vía biliar, neoplasia con metástasis
Tratamiento
Retirada de los fármacos hepatotóxicos, siendo reintroducidos de forma progresiva. Se plantea una disyuntiva entre el beneficio que aporta el tratamiento tuberculostático y los problemas que le ha generado.
Evolución
Despues de retirada de farmacos y la reintroducción posterior el paciente mejoro de la sintomatología y de los valores de función hepática que fueron monitorizados por medio de bioquímicas seriadas.
CONCLUSIONES
Son múltiples los tratamientos que pueden alterar la función hepática en mayor o menor grado. Es papel del medico de familia ser capaz de monitorizar el efecto de los mismos, así como encontrar alternativas. Se ha de tomar especial precaución con aquellos medicamentos cuyos efectos colaterales se encuentran la citolisis y la colestasis, haciendo una vigilancia mas activa.