XLIV Congreso de la semFYC - Barcelona
14-16 de noviembre de 2024
Paciente de 60 años que acude para resultados de análisis con enfermería para control metabólico de la diabetes. Entre los resultados, a parte de mal control metabólico, destaca una anemia de 13,3 g/dL, normocrómica y normocítica. Se amplia el análisis para estudio de la anemia.
Paralelamente, el paciente consulta por tos seca con picos de fiebre nocturna de hasta 38 ºC, astenia y sudores nocturnos, desde hace 15 días.
Se solicita Rx de tórax, siendo normal a excepción de adenopatías parahiliares.
A los 15 días, consulta por edemas bimaleolares y lesiones nodulares, eritematosas y dolorosas en zona pretibial anterior bilateral.
Enfoque individual
Diabético tipo 2 en tratamiento con antidiabéticos orales.
Dislipémico en tratamiento farmacológico.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Se orienta como eritema nodoso y se inicia tratamiento con prednisona.
Tratamiento y planes de actuación
En el análisis ampliado, se objetiva VSG y PCR elevadas. FR negativo, pero ANA 1/160 Patrón moteado fino (AC-4). ANCA negativo. TSH normal, orina sin alteraciones. BNP negativo.
Evolución
El paciente mejora notablemente con corticoterapia, orientándose como síndrome de Löfgren.
A día de hoy, se encuentra asintomático, en seguimiento y estudio por parte de Reumatología.
El hecho de conocer al paciente de forma amplia y continua fue crucial en este caso. El seguimiento del paciente en su patología crónica hizo posible la identificación de alteraciones analíticas antes de la aparición de síntomas, por lo que se inició el estudio de forma muy temprana, hecho importante en el caso de enfermedades que de otra forma pueden desarrollarse de forma lenta o atípica.
El papel de la medicina de familia en evaluar al paciente de forma integral fue también vital en el caso de enfermedades como es el caso, dónde los pacientes a menudo presentan síntomas multisistémicos, como dolor articular, fatiga o alteraciones cutáneas.
En el ámbito de familia y comunitaria, existe un conocimiento tanto médico como familiar y social del paciente. Es esa relación longitudinal la que permite a los profesionales identificar cambios sutiles que pueden ser indicativos de una enfermedad subyacente.