IV Jornadas semFYC de Medicina Rural

25 y 26 de octubre de 2019

Comunicaciones: Casos clínicos

Un impulso irresistible (Póster)

Ámbito del caso

Atención Primaria.

Motivos de consulta

Dolor y parestesias en extremidades inferiores.

Historia clínica

Enfoque individual

Varón de 70 años con sobrepeso, hábito sedentario y exfumador, sin otros antecedentes patológicos. Presenta en el último mes dolor en extremidades inferiores, asociado a parestesias y sensación de espasmos, sobre todo por las noches. Refiere sueño fragmentado, dado que tiene que levantarse de madrugada a caminar para aliviar los síntomas. No otra clínica asociada.

Acude a consulta con actitud desesperada y angustiado, refiriendo que las molestias están perjudicando su calidad de vida, dado que le dificultan el buen descanso nocturno y por el día se encuentra más somnoliento de lo habitual.

Exploración física: Auscultación cardiopulmonar y abdomen anodinos. Extremidades inferiores: signos de insuficiencia venosa crónica, no dolor a la palpación, no edemas, no signos de trombosis venosa profunda, pulsos distales presentes y simétricos, con fuerza, tono y movilidad conservadas. Exploración de caderas normal.

Análisis sanguíneo con glucosa, función hepática, función renal, estudio tiroideo, metabolismo del hierro y hemograma sin alteraciones.

Enfoque familiar y comunitario

Sin interés.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Sospecha de síndrome de piernas inquietas.

Tratamiento y planes de actuación

Iniciamos tratamiento con benzodiacepinas.

Evolución

Transcurrida una semana, el paciente regresa a la consulta refiriendo que continúa con los síntomas, por lo que decidimos cambiar el tratamiento por un agonista dopaminérgico (0,125 mg de pramipexol) y lo citamos nuevamente para ajuste de dosis y valorar evolución.

Conclusiones (y aplicabilidad para la Medicina de Familia)

El síndrome de las piernas inquietas se caracteriza por un impulso irresistible de mover las extremidades inferiores y, con menos frecuencia, otras partes del cuerpo, que se asocia a parestesias e insomnio.

El diagnóstico es clínico, mediante anamnesis y exploración física detallada. Se recomienda que el Médico de Familia solicite un análisis de sangre para descartar factores predisponentes como anemia, alteración de glucemia, insuficiencia renal e insuficiencia hepática.

Debemos realizar el diagnóstico diferencial con el trastorno por movimientos periódicos de las extremidades, siendo de utilidad el estudio mediante polisomnografía para descartar narcolepsia o alteraciones de la fase REM del sueño.

Se debe iniciar el tratamiento con agonistas dopaminérgicos o con enacarbilo de gabapentina, citando al paciente para vigilar evolución y aparición de posibles efectos adversos de la medicación.

Comunicaciones y ponencias semFYC: 2024; Comunicaciones: Casos clínicos. ISSN: 2339-9333

Autores

Cabrera Falcón, Estefanía de los Ángeles
CS Siete Infantes de Lara. Logroño. La Rioja
Sarmiento Acosta, Elisabet
CS Cascajos. Logroño. La Rioja
Lafont Jiménez, Kevin Verney
CS Siete Infantes de Lara. Logroño. La Rioja