XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Atención primaria. Punto de atención continuada.
Dolor abdominal, diarrea
Enfoque individual
No antecedentes personales de interés.
Anamnesis: Mujer de 42 años. Acude a nuestra consulta por episodio de nueve de deposiciones liquidas y dolor abdominal tipo cólico, que comenzó al tercer día de tratamiento con amoxicilina por infección odontológica. La noche anterior a la visita médica se ve obligada a ir a urgencias por la persistencia del cuadro, e incluso empeoramiento, con más de diez deposiciones semilíquidas e intenso dolor abdominal. A la exploración, buen estado general, constantes estables, exploración abdominal sin alteraciones. Desde urgencias se solicita coprocultivo y se pauta tratamiento sintomático. Al día siguiente, considerando los antecedentes previos y la clínica, decidimos ampliar el estudio solicitando toxina de Clostridium difficile en heces, que fue positivo para antígeno y toxina, así como PCR de genes de toxina.
Enfoque familiar
Soltera, vive con sus padres, hábitos higiénico-dietéticos adecuados, práctica ejercicio regularmente y nivel socioeconómico alto.
Desarrollo
Con el diagnostico de infección por Clostridium difficile, resulta obvio el tratamiento con metronidazol. No obstante, a pesar de parecer un caso sencillo, nos plantea la necesaria reflexión acerca de los cambios epidemiológicos de esta patología en los últimos años.
Tratamiento
Metronidazol durante catorce días con resolución del cuadro a los cuatro días de iniciar el tratamiento.
Evolución
Al mes de concluido el tratamiento consulta por cuadro catarral, febrícula, malestar y rinorrea, y un episodio el día anterior de 4 deposiciones blandas sin dolor abdominal y lógicamente, la duda de si tomaba nuevamente el metronidazol. Se solicitó nueva determinación de toxina de Clostridium Difficile que fue negativa.
La Infección por Clostridium difficile durante años se ha asociado casi exclusivamente al ámbito hospitalario .El uso creciente de antibióticos de amplio espectro ha ocasionado un aumento de la enfermedad, y la aparición de nuevos grupos de riesgo. Cada vez son más frecuentes las infecciones en la comunidad y en pacientes que considerábamos de bajo riesgo (pacientes más jóvenes, mujeres). Es un hecho que la epidemiologia del Clostridium difficile está cambiando velozmente, y es nuestro deber evolucionar con ella, aprender a sospecharla y así poder manejarla desde nuestras consultas.