Enfoque individual

Antecedentes personales: histerectomía por miomas en 2012, nefrectomía izquierda por tumor de células claras en 2017, colon irritable, síncopes vasovagales. Alergia a la lactosa.

Anamnesis: mujer de 51 años que acude por lesión a nivel del párpado inferior del ojo izquierdo de unos 15 años de evolución que ha ido creciendo en los últimos meses. Dice que le sale un líquido viscoso de vez en cuando y le duele al parpadear.

Exploración: lesión nodular hiperpigmentada y vascularizada en el punto lagrimal del ojo izquierdo a nivel párpado inferior.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Juicio clínico: ante la sospecha de lesión tumoral se deriva de forma preferente (< 15 días) a la consulta de Oftalmología. 

Diagnóstico diferencial: papiloma, quiste, orzuelo, chalazión, nevus, carcinoma basocelular, carcinoma escamoso y melanoma maligno.

Identificación de problemas: sospechar una lesión maligna en caso de cambios clínicos ante una lesión crónica y derivar a la atención especializada de forma adecuada.

Tratamiento y planes de actuación

Se realiza IQ exéresis de la lesión.

Evolución

El resultado de la anatomía patológica es un nevus melanocítico intradérmico sin criterios malignidad no tributario de seguimiento.

La nevus son una forma de tumor cutáneo, desarrollado a expensas de los melanocitos, que también pueden aparecer en los ojos ya sea en la parte frontal del ojo, debajo de la retina, en el iris o bien en los párpados. Como todos los nevus pueden mutar y convertirse en un melanoma. Cuando un nevus presenta cambios en su evolución (crecimiento o síntomas como picor, dolor o sangrado), como es el caso, debe descartarse su malignidad. El médico de familia debe de estar atento ante estos cambios y derivar al especialista según criterios pactados. El hecho de disponer de protocolos consensuados y actualizados de derivación con el servicio de oftalmología reduce la incertidumbre en la forma de actuación del médico de familia y ayuda a la toma de decisiones.