13-14-15 de noviembre de 2025
Mujer de 79 años que consulta por diplopia súbita y ptosis parpebral ojo izquierdo.
Se derivó a urgencias hospitalaria donde se realizó prueba con bromuro de piridostigmina con cierta mejoría. Se dió alta sin diagnóstico concluyente.
Dos meses después reconsulta por claudicación mandibular que imposibilita la deglución
Enfoque individual
Antecedentes personales: hipertensión arterial, dislipemia, anemia ferropénica, palpitaciones en estudio, prótesis bilateral de rodilla, episodio de
Enfoque familiar y comunitario
Situación Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas Exploración neurológica: parpebral ojo izquierdo, resto sin alteraciones. Balance muscular previo a fatigabilidad: deltoides, bíceps y tríceps 4/5 presentando empeoramiento parpebral
Pruebas complementarias:
Analítica con anemia normocítica, bioquímica normal, TSH normal, autoinmunidad: negativa (Ac antimitocondriales, anti-músculo liso, anti-células parietales
Rx tórax y TC tórax normal, se descarta timoma
Electromiograma con estimulación repetitiva de nervio cubital y facial derecho: normal
Se orienta como Miastenia gravis y se administran 60mg de piridostigmina con mejoría de la clínica a la hora con cierre mandibular, mejoría de la ptosis parpebral, persiste leve pérdida de fuerza.
Se confirma diagnóstico: miastenia gravis.
Anticolinesterásicos: Evolución
La miastenia gravis en una enfermedad autoinmune que provoca debilidad muscular
En las personas mayores puede presentar un inicio gradual, sintomatología leve y evolución lenta que dificulta el diagnóstico precoz.
Los síntomas iniciales pueden incluir fatiga ocular, ptosis parpebral, visión borrosa, debilidad muscular generalizaday dificultad para la deglución que pueden interferir en las AVD y ser asociados al envejecimiento u otros trastornos neurológicos.
Desde atención primaria es importante realizar la valoración geriátrica integral y una buena exploración neurológica a un paciente mayor que presente debilidad muscular súbita.