XXXVI Congreso de la semFYC – A Coruña

del 9 al 11 de junio 2016

Comunicaciones: Casos clínicos

Un tatuaje que no será para siempre (póster)

ÁMBITO DEL CASO

Atención Primaria

 

MOTIVOS DE CONSULTA

Prurito en tatuaje. 

 

HISTORIA CLÍNICA

Enfoque individual

Paciente de 46 años sin antecedentes médicos de interés, que presenta dos tatuajes dibujados, uno en cada antebrazo, realizados hace 2 años. Presenta eczema agudo con lesiones eritematosas, edematosas y costrosas en las zonas de contacto con la tinta roja desde hace 3 días. Sin fiebre. 

 

Enfoque Familiar 

No refiere contacto con el sol en los últimos días ni hábito extraordinario.

 

Desarrollo

La aparición de las lesiones cutáneas exclusivamente en las áreas rojas de ambos tatuajes, nos hace plantear un diagnóstico alérgico.

 

Tratamiento

Se prescribe antihistamínico y corticoterapia tópica; y se procede a la derivación de consultas externas de alergología para la realización de pruebas epicutáneas y poder confirmar el diagnóstico.

 

Evolución

Tras diez  días de tratamiento, el paciente refiere mejoría subjetiva. No presenta picor, pero sí presenta persistencia de  lesiones cutáneas tipo queloide. Las pruebas epicutáneas resultaron negativas. 

 

CONCLUSIONES

Cada vez es más común encontrarnos pacientes con tatujes de lo más variopinto. Sin embargo, existen riesgos y complicaciones adherentes a esta práctica como pueden ser las infecciones y las reacciones alérgicas.

Durante el procedimiento, se introducen tintas de diferente composición y pigmentos, con una aguja fina, a diferentes profundidades en la dermis. Las partículas de la tinta son tan grandes que no pueden ser fagocitadas por los macrófagos, dando  su caracter permanente a estos dibujos en la piel. Aunque se describen reacciones con todos los colores, las reacciones más frecuentes las produce el color rojo, obteniendose dicha composición  de sales de hierro e incluso de cadmio y mercurio. 

Actualmente, la técnica de eliminación permanente de estos tatuajes es el láser, que utiliza pulsos de distinta energía, pruduciendo la rotura del pigmento en diversas micropartículas, favoreciendo su eliminación. Se requieren entre ocho y diez sesiones, con un mes entre las sesiones, para la eliminación completa. Pero aún siendo, un tratamiento, largo y costoso, a veces los resultados no son satisfactorios.

 

 


Comunicaciones y ponencias semFYC: 2024; Comunicaciones: Casos clínicos. ISSN: 2339-9333

Autores

Juan Ruiz, Eulalia
CS Águilas Norte. Águilas. Murcia
Hernandez Hernandez, Silvia
CS Águilas Norte. Águilas. Murcia