Dar a conocer los nuevos aspectos de la Ley Orgánica de la regulación de la eutanasia para realizar un nuevo Documento de Voluntades Anticipadas (DVA). Mejorar el conocimiento de la población sobre el DVA.

El médico referente de cronicidad y la trabajadora social del centro de atención primaria realizamos dos charlas en dos centros cívicos, portando un modelo ejemplo de DVA en papel para comentarlo entre los asistentes. Evitamos formato electrónico para acercarnos a la comunicación con los más mayores. Al llegar a los centros, nos colocamos junto a los asistentes en círculo, ambos referentes distribuidos entre los asistentes. Nos presentamos y abrimos un pequeño debate sobre cuál consideraban que es una buena muerte. Llegando a la conclusión que era imprescindible el respeto de los deseos propios del paciente, repartimos el modelo ejemplo de DVA y comentamos y leemos junto a los asistentes los diferentes aspectos: criterios que deseo que se tengan en cuenta, situaciones sanitarias previstas e instrucciones sobre ellas, posibilidad de donación de órganos o del cuerpo. Posteriormente, explicamos brevemente en qué consiste la nueva ley de regulación de la eutanasia e incidimos en la importancia del DVA para su aplicación; los participantes describen cuando querrían aplicarla en su caso y aclaramos dudas. Asistieron 11 y 13 pacientes de una población de 30.000 habitantes.

Para la aplicación del procedimiento de eutanasia en un cuadro clínico que imposibilite la comunicación del paciente, es imprescindible su descripción en un DVA. Acercarnos a la población y hablar de la muerte con naturalidad rompe tabúes y aumenta las peticiones de DVA. Varios asistentes eran pacientes de mi propio cupo que nunca habían hablado de ello en consulta. Unos meses después, presentaron su propio DVA.

No requiere equipo informático y se puede aplicar en cualquier centro de Atención Primaria y en cualquier población.