XXXVIII Congreso de la semFYC – Barcelona
del 10 al 12 de mayo de 2018
mixto
Caso multidisciplinar
molestias urinarias
Enfoque individual
Antecedentes personales: EPOC, HTA, DM tipo II, HBP
Anamnesis: paciente de 69 años consulta por disuria, polaquiuría y tenesmo vesical, Tira de orina: nitritos+, leucocitos++ Se incia tratamiento con cefuroxima. A los dos días vuelve porque persiste sintomatología, y además estreñimiento y dolor abdominal. Ante la ausencia de datos que nos hagan sospechar patología grave (exploración física normal, constantes normales, no fiebre,ni disminución de la diuresis), se le indica esperar a que el antibiótico haga efecto dos días más, y si no mejora volver.
A la semana acude al hospital por empeoramiento de la sintomatología con anuria. A la entrada del hospital presenta una parada cardiorespiratoria que es revertida.
Pruebas complementarias: potasio 9,4; creatinina 825mol/l; urea 28,2 mmol/l, resto normal.
AO: normal, probablemente por el tratamiento con antibiótico.
Ecocardiograma: normal
TAC Toraco-abdominal: dilatación ureteral bilateral si observar causa obstructiva. Prostatomegalia y engrosamiento parietal vesical sugestivo de vejiga de lucha.
Enfoque familiar
Casado, buen control terapeútico de sus enfermedades de base.
Desarrollo
Parada cardiorespiratoria secundaria a hiperpotasemia.
Hiperpotasemina secundaria a insuficiencia renal aguda
Insuficiencia renal aguda postrenal obstructiva, posiblemente secundaria a RAO
Retención aguda de orinar probablemente secundaria a prostatomegalia y a infección de vías urinarias bajas.
Tratamiento
Reanimación cardiopulmonar
Ventilación mecánica invasiva
Hemodiafiltración venovenosa contínua
Sondaje vesical
Tratamiento empírico con Tazocel
Evolución
Tras ingreso en UCI, mejoría. Dado de alta a los 8 días con sondaje vesical hasta nueva consulta con urología
La anamnesis es una parte fundamental de la historia clínica de los pacientes, siendo imprescindible hacer las preguntas claras. Nuestro paciente nos dijo que iba mucho a orinar, pero si se le hubiera preguntado específicamente cuanta cantidad orinaba, la respuesta habría sido que nada o casi nada. Si hubiéramos sabido esto, el caso habría sido orientado de manera diferente, sospechando una RAO incipiente y evitando así la cascada de eventos catastróficos sufridos por el paciente.