Enfoque individual

Hombre de 66 años con antecedente de implante de DAI-TRC por insuficiencia cardíaca con FEVI recuperada, secundaria a miocardiopatía dilatada por enfermedad coronaria revascularizada. Linfoma no Hodking folicular y carcinoma escamoso pulmonar estadio IV. Presenta persistencia de astenia y anhedonia con dolor generalizado. A la exploración física se encuentra caquéctico. Analítica sin alteración.

Enfoque familiar y comunitario

Vive con esposa con buen apoyo de su hija.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

DAI – TRC y carcinoma escamoso pulmonar.

Tratamiento y planes de actuación

Paciente en condición paliativa que desea tratamiento domiciliario. Se propone seguimiento semanal en casa para control del dolor ante rechazo a asistir al ámbito hospitalario.  

Evolución

Paciente con linfoma no Hodking folicular y carcinoma escamoso pulmonar estadio IV que presenta disfagia y dolor generalizado de difícil control a pesar del uso de morfina, por lo que realizamos seguimiento semanal.

Se habla con cardiología para desactivar DAI – TRC, quienes indican que el paciente debe asistir a hospital para procedimiento. Este rechaza asistir al ámbito hospitalario.

Durante el seguimiento hay deterioro clínico por progresión de la enfermedad. En su fase terminal, familiar avisa por repetidas descargas de DAI, con percepción de sufrimiento en el paciente y familiares. A nuestra llegada paciente fallecido con persistencia de descargas que ceden al desactivar dispositivo con colocación de imán sobre este.

En la atención de los pacientes debe primar la calidad de vida y respetar la decisión de estos. Por lo cual, como médicos de familia, debemos ser empáticos tanto con el paciente como con su entorno para realizar un seguimiento y tratamiento adecuado garantizando la comodidad del paciente.

¿Cómo se puede evitar el sufrimiento en este paciente? Consideramos que pacientes en condición paliativa que tengan dispositivos como marcapasos o DAI-, se deberían desactivar previamente. Sería necesario un consenso y una buena comunicación entre el paciente, atención primaria y hospitalaria, para asegurar el confort y evitar sufrimiento innecesario.