La detección precoz y el tratamiento de la retinopatía diabética. La disminución de la incidencia de ceguera por esta patología.

Realización de la retinografía en el Centro de Salud por personal sanitario de la Zona Básica de Salud. La Enfermera de Atención Primaria dilata la pupila del paciente mediante el uso de tropicamida colirio, bajo la supervisión del Médico de Atención Primaria (MAP). Después de la dilatación, se realiza la retinografía en el Centro de Salud y se envía la imagen al MAP. Primera valoración diagnóstica por el MAP, del 100% de las retinografías realizadas. Valoración diagnóstica por el oftalmólogo de aquellas imágenes que sean consideradas como patológicas o dudosas por el MAP. Desde el ordenador del MAP se envía sólo la imagen que sea sospechosa de patología diabética al oftalmólogo. Citación para consulta con Oftalmología en atención especializada, si el paciente lo precisa. El paciente sólo está presente en el momento que se realiza la retinografía, y cuando tiene que ir a consulta de Oftalmología. Por el resto del circuito, es la imagen (retinografía), la que es vista por los distintos profesionales que intervienen en el proceso asistencial, de forma asíncrona. Es preciso formar al Equipo de Atención Primaria en la realización de retinografías y en el diagnóstico de retinopatías mediante un curso previo.

Se realiza un programa de cribado de retinopatía diabética muy eficaz, con el ahorro importante de recursos hospitalarios, y sin listas de espera. Los oftalmólogos sólo tratan a los pacientes con retinopatía diabética, porque el MAP ha cribado previamente a aquellos pacientes que precisan asistencia especializada.

Los pacientes diabéticos de las zonas rurales y urbanas no tienen que desplazarse al hospital innecesariamente para realizarse un fondo de ojo.