13-14-15 de noviembre de 2025
Atención Primaria.
Hombre de 71 años que acude a consulta por dolor e impotencia funcional en rodilla izquierda de una semana de evolución. Niega fiebre, traumatismo o contusión. Fue valorado previamente en urgencias de Traumatología, donde se orientó como gonalgia mecánica con componente artrítico y se pautó analgesia, sin mejoría.
Enfoque individual
Sin alergias medicamentosas conocidas. Bebedor habitual (3–4 unidades de bebida estándar diarias). Antecedentes patológicos de insuficiencia cardiaca con fracción de eyección preservada y fibrilación auricular permanente.
Exploración:
Rodilla tumefacta, eritematosa, con aumento de temperatura local y derrame articular. Dolor a la movilización activa y pasiva, con imposibilidad para la deambulación.
Pruebas complementarias:
Analítica sin leucocitosis ni neutrofilia, con elevación de reactantes de fase aguda (PCR: 6,84 mg/dñ). Uricemia: 7,5 mg/dl. Radiografía sin hallazgos específicos. Artrocentesis con líquido sinovial inflamatorio que mostró numerosos cristales de urato monosódico. Cultivo negativo.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Diagnósticos diferenciales considerados: artritis séptica, artritis microcristalina por pirofosfato cálcico, artrosis reactiva o exacerbación mecánica.
Problemas identificados: mal control de comorbilidades, consumo elevado de alcohol, y contraindicación relativa para AINE.
Diagnóstico final: artritis gotosa aguda.
Tratamiento y planes de actuación
Tratamiento de la fase aguda con colchicina 0,5 mg/día. AINE o corticoides podrían considerarse de forma controlada, dadas las comorbilidades. Se inició tratamiento con alopurinol a dosis bajas tras el diagnóstico, con posibilidad de ajuste progresivo. Educación sanitaria centrada en dieta, reducción del consumo de alcohol y medidas preventivas.
Evolución
Seguimiento clínico y analítico en atención primaria, con objetivo de uricemia < 6 mg/dl.
Este caso resalta la importancia de reevaluar a los pacientes sin evolución favorable, la utilidad diagnóstica de la artrocentesis y la necesidad de aplicar guías clínicas individualizadas en cada paciente. La medicina de familia desempeña un papel clave en el diagnóstico, manejo integral y educación del paciente con gota, garantizando un enfoque continuo y centrado en la persona.