Enfoque individual
- Antecedentes personales: NAMC. HTA, ca. próstata tratado con cirugía en 2002, sin recidiva. Exfumador desde 2000 (1 paquete/día), exbebedor desde 1992. Tratamiento habitual con AAS, doxazosina, valsartán/hidroclorotiazida. Padre fallecido por cáncer de próstata (75 años), madre por melanoma (97 años).
- Anamnesis: varón de 79 años, natural de Suecia y abogado de profesión, ya jubilado, que acude a Urgencias Hospitalarias por lesión en zona ungueal de segundo dedo de pie izquierdo de meses de evolución tras traumatismo con martillo en el que fue afectado también el primer dedo, ya curado. Refiere curas semanales en Enfermería de Centro de Salud tras herida producida por éste, que no mejora. No ha tomado antibioterapia. Afebril.
- Exploración física: lesión excrecente, levemente pigmentada, lobulada, de 2cm de diámetro, con destrucción ungueal, en falange distal de segundo dedo de pie izquierdo. No supuración. Dolor a la palpación. Resto sin alteraciones.
- Pruebas complementarias: se procede a la realización de radiografía de dedos de pie izquierdo, donde no se observan líneas de fractura ni lesiones óseas.
- Se deriva a Traumatología, descartándose afectación ósea y alta por su parte; y a Dermatología, donde se obtiene biopsia con resultado de melanoma infiltrante ulcerado, con Breslow 3mm. Se detecta adenopatía inguinal izquierda de aspecto metastásico en TC abdominal, obteniéndose resultado de macrometástasis de melanoma en PAAF realizada. Se clasifica como estadio IIIC.
Enfoque familiar
Vive con su mujer. Buen entorno social. Dependiente para las ABVD.
Desarrollo
Juicio clínico: melanoma infiltrante
Diagnóstico diferencial:
- Úlcera traumática crónica
- Melanoma
- Cáncer de piel no melanoma
Tratamiento
Se procede a amputación completa de 2ª falange y linfadenectomía inguinal izquierda. En comité de tumores se decide inmunoterapia adyuvante.
Evolución
Seguimiento por Dermatología con buena respuesta a tratamiento.
Los melanomas subungueales se consideran la neoplasia cutánea más camaleónica, mostrando lesiones dispares. Realizar un diagnóstico diferencial exhaustivo en lesiones cutáneas crónicas postraumáticas debe hacernos sospechar que la posible causa que ha derivado en la lesión subyacente ocasionalmente no está relacionada con nuestra hipótesis inicial. Realizar un seguimiento médico semanal de la herida puede evitar incurrir en diagnósticos erróneos que hagan avanzar la enfermedad.