Conocer el impacto de una intervención formativa en la adecuación de la prescripción antibiótica para las cistitis aguda en adultos.

Estudio antes-después. La intervención formativa se realizó entre diciembre-2016 y enero-2017. Consistió en una sesión tipo “formador de formadores”, seguida de sesiones a todos los profesionales sanitarios de cada Área Básica de Salud (ABS) y Centro de Urgencias de Atención Primaria (CUAP). La formación consistió en la divulgación del protocolo “Diagnóstico y tratamiento de las infecciones del tracto urinario en el adulto en Atención Primaria”, el cual se basó en una revisión de la evidencia científica y en las sensibilidades de los microorganismos aislados en los cultivos urinarios de Atención Primaria del territorio. Los antibióticos recomendados para la cistitis aguda en el protocolo fueron fosfomicina-trometamol y nitrofurantoína.

Se analizaron los antibióticos prescritos para el tratamiento del primer episodio de cistitis aguda en adultos en el 2016 y 2017. Se calculó la media de antibióticos prescritos en cada episodio, así como la diferencia porcentual de cada uno de los grupos terapéuticos y fármacos prescritos, comparando ambos años. Se calculó el riesgo relativo, considerándose su intervalo de confianza del 95%.

La intervención se realizó en 22 ABS y 1 CUAP. Se detectaron 5.108 pacientes con cistitis aguda en 2016 y 4.494 en 2017. La edad media fue 51,6±21,5 años y 79,3% fueron mujeres. El número de antibióticos prescritos por episodio fue 1,05±0,3 en 2016 y 1,03±0,2 en 2017 (p=0,003). Se redujo de forma significativa la prescripción de quinolonas (diferencia:-10,82%;IC95%:-12,5%;-9,1%) y penicilinas (diferencia:-2,4%;IC95%:-3,4%;-1,5%) y se aumentó la de fosfomicina (diferencia:8,19%;IC95%:6,2%;10,1%), nitrofurantoína (diferencia:3,41%;IC95%:2,8%;4%), cefalosporinas (diferencia:1,18%;IC95%:0,2%;2,2%) y cotrimoxazol (diferencia:0,37%;IC95%:0,1%;0,7%).

La intervención formativa ha reducido el número de antibióticos usados para tratar los episodios de cistitis aguda y ha mejorado la adecuación del tratamiento antibiótico, aumentando los fármacos recomendados y reduciendo los no recomendados.