XLIV Congreso de la semFYC - Barcelona
14-16 de noviembre de 2024
Identificar las necesidades de los profesionales y pacientes para mejorar las habilidades en el seguimiento post-ictus y potenciar el autocuidado; así como, determinar un seguimiento estructurado de visitas.
El ictus es la primera causa de mortalidad en mujeres, la segunda en hombres y la primera causa de discapacidad en ambos. En España, unas 110.000 personas sufren un ictus anual, el 15% fallecen y entre los supervivientes, un 30 % presentan dependencia funcional según datos de la Sociedad Española de Neurología. Es la primera causa de discapacidad, la segunda de muerte y de deterioro cognitivo en adultos. Las personas que sufren un ictus pasan a ser pacientes crónicos, con necesidades sanitarias complejas en muchos casos. El primer año posterior al ictus es crítico para determinar la evolución del paciente, lo que hace de máxima importancia el seguimiento en este periodo. Por ello es primordial un modelo de atención integral para garantizar la continuidad asistencial al alta médica, especialmente durante el primer año post-ictus.
Formación de 10 horas a los profesionales en cuidados post-ictus. Creación de plan de 5 visitas/año de 40 minutos con enfermería, siendo la primera y la última conjunta con medicina. El paciente recibe información oral y escrita. Registro de los conocimientos adquiridos y variables de control de factores de riesgo cardiovascular (FRCV) y estilos de vida saludables.
Una vez realizada la formación se evaluaron los conocimientos adquiridos sobre seguimiento post-ictus.
Tras la formación se vió una mayor sensibilización hacia la necesidad de controlar FRCV y estilos de vida saludables tanto por los profesionales como por los pacientes.
La continuidad asistencial y el seguimiento estructurado en esta fase han demostrado su utilidad/beneficio en otras patologías por lo que también sería aplicable al ictus.