13-14-15 de noviembre de 2025
Atención Primaria.
Disnea de varios meses de evolución.
Enfoque individual
Anamnesis: Disnea progresiva (escala mMRC grado 3), sin dolor torácico, palpitaciones o síncope. No signos de infección. Duerme incorporado. No había consultado previamente por falta de continuidad médica.
Exploración física: Soplo sistólico en foco aórtico, crepitantes bibasales, edemas bimaleolares con fóvea. Saturación de oxígeno 91%.
Pruebas complementarias: en electrocardiograma ritmo sinusal con signos de hipertrofia ventricular izquierda. Rx de tórax evidencia cardiomegalia.
Enfoque familiar y comunitario
Antecedentes familiares de fibrosis pulmonar idiopática. Destaca la pérdida de continuidad asistencial debido a cambios sucesivos de su médico de familia, lo que dificultó un seguimiento adecuado y precoz desde Atención Primaria.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Juicio clínico: Descompensación de insuficiencia cardiaca en paciente con probable valvulopatía aórtica. Hipertensión pulmonar probable. Posible enfermedad pulmonar intersticial concomitante.
Diagnóstico diferencial: EPOC, tromboembolismo pulmonar, anemia, descondicionamiento físico.
Tratamiento y planes de actuación
Se inicia tratamiento depletivo con Furosemida. Por un lado, es derivado a Cardiología realizándose un ecocardiograma transtorácico que corroboró la presencia de una estenosis aórtica calcificada significativa. Por otro lado, se deriva a Neumología completando el estudio con TC pulmonar compatible con patrón intersticial lineal de probable neumonía intersticial usual.
Evolución
Estable. Pendiente de colocación de TAVI tras realización de TC de aorta y de completar estudio por parte de Neumología.
Este caso subraya la importancia de la valoración integral desde Atención Primaria, especialmente en pacientes mayores con múltiples patologías. Asimismo, se evidencia el impacto negativo de la falta de longitudinalidad, que retrasa diagnósticos clave y dificulta la coordinación asistencial. Reforzar el vínculo médico-paciente y asegurar una atención continuada mejora la capacidad de seguimiento, prevención y abordaje temprano de complicaciones. Es fundamental para una Medicina de Familia centrada en la persona.