Garantizar una asistencia sanitaria integral y de calidad a la población geriátrica institucionalizada.

La pandemia COVID evidenció diversas carencias en la gestión de las residencias geriátricas. Por ello, la asistencia sanitaria de estos centros pasó a ser competencia de cada uno de los centros de Atención Primaria (CAP) en nuestro territorio. En nuestro CAP vimos la necesidad de crear una unidad multidisciplinar que garantizara una asistencia sanitaria integral, de calidad y con seguridad para el paciente. Tenemos una asignación de 521 pacientes que pertenecen a 9 centros geriátricos, muy diferentes entre sí y con variación en la organización y dotación de recursos. Con la creación de la Unidad de Atención a Residencias (UAR) asentamos las bases organizativas de trabajo elaborando un plan funcional con todos los circuitos: gestión de alta de un nuevo residente, valoración de asistencia urgente, realización de pruebas, valoración de resultados, modificación de tratamientos, etc. La primera visita con el paciente es fundamental para una valoración integral. Medicina, enfermería, trabajador social y administrativos son agentes clave. Da lugar a un plan de seguimiento individualizado; consensuado con el paciente y/o familia, que se adecuará a sus necesidades y enlazaremos con los recursos sanitarios disponibles (hospitalización a domicilio, paliativos, hospital de día…) si precisa. La coordinación con los profesionales de residencias es primordial y se les ha formado en recogida de muestras, manejo y diagnóstico de infecciones urinarias y en curas.

Se trata de un nuevo modelo organizativo dentro de las competencias de la Medicina Familiar y Comunitaria. Marca una estructura y líneas de trabajo que buscan mejorar la asistencia sanitaria de una población muy vulnerable.

La creación de una unidad similar podría implementarse en otros centros de Atención Primaria que tengan un contingente de población geriátrica institucionalizada asignada.