XXXVI Congreso de la semFYC – A Coruña
del 9 al 11 de junio 2016
Conocer la calidad de vida que presentan en estos momentos nuestros pacientes más longevos, para poder concluir si les compensa o no llegar a estas edades.
En nuestro Centro de Atención Primaria están adscritos 25 pacientes con edades ≥100 años. Después de descartar algunos por la imposibilidad de acceder a ellos, pudimos entrevistar a 18. Con ellos, previa llamada telefónica de confirmación, acordamos una visita domiciliaria y les realizamos la encuesta validada FUMAT de calidad de vida en personas mayores. Esta encuesta valora diversos ítems(bienestar emocional, relaciones interpersonales, bienestar material, desarrollo personal, bienestar físico, autodeterminación, inclusión social y derechos).Con los resultados obtenidos hemos realizado un estudio descriptivo transversal sobre la calidad subjetiva de sus vidas actuales.
De los 18 pacientes a los que se realizó la encuesta de calidad (edad media:101 años, DS:1,53; 94,4% mujeres) consideraron el 56% que tenía una buena calidad de vida.
En cuanto a los diversos ítems evaluados son considerados aceptables/muy aceptables; bienestar emocional(45%),relaciones interpersonales (53%), desarrollo personal (49%), autodeterminación(50%), derechos(56%). Destaca en el aspecto más negativo que un 40% considera sus condiciones estructurales muy deficitarias, el 47% aquejan problemas físicos invalidantes y el 44% no se sientan incluidos socialmente.
Nuestros pacientes centenarios consideran que su edad no sólo es un número y, pese a los achaques propios y las dificultades materiales, su calidad de vida en más de la mitad de los entrevistados es bastante aceptable.
A destacar que el aspecto en el que se sienten más insatisfechos es en referencia a su inclusión social. Muchos de ellos han perdido a sus seres más queridos y este aspecto es el que les comporta más dolor. Como personales sanitarios podríamos intentar buscar estrategias en este aspecto para conseguir su integración social, puesto que aun siendo muy longevos nos han demostrado que no les faltan ganas de vivir.