XXXV Congreso de la semFYC - Gijón
del 11 al 13 de junio 2015
Evaluar la autoestima de varones que presenten disfunción eréctil (DE) y compararla con un grupo de varones sin DE.
Estudio transversal, observacional, en atención primaria y medio urbano. Se seleccionaron 64 varones mayores de 18 años diagnosticados de DE y se compararon con 64 varones que no padecían DE. Todos los participantes tenían que tener una relación de pareja estable durante más de tres meses y debían cumplimentar la versión española del cuestionario de autoestima de Rosenberg.
Análisis estadístico descriptivo mediante medias, desviaciones estándar y porcentajes. Comparación entre grupos con t de Student y Chi-cuadrado, estableciéndose un límite de significación estadística de p<0.05.
Participaron 128 varones, de los cuales 64 tenían DE. La edad media en el grupo con DE fue 54,5±10,7 y en el grupo sin DE 56,2±11,3. La puntuación del cuestionario de autoestima de Rosenberg fue 24,2± 4,5 (autoestima baja) en el grupo DE y 34,5± 5,1 (autoestima elevada, considerada normal) en el grupo sin DE, siendo esta diferencia estadísticamente significativa (p<0,001). En el grupo con DE, los que utilizaban tratamiento con inhibidores de la fosfodiesterasa-5 (65%) tenían autoestima moderada (puntuación 27,8±4,1) y los que no los tomaban (35%) tenían autoestima baja (puntuación 23,4 ±4,8), siendo esta diferencia significativa (p=0,016). Se observó una mayor proporción de diabéticos entre los sujetos con DE (20,3% versus 9,8%), no encontrándose diferencias en el resto de factores de riesgo.
La DE no afecta exclusivamente a la función sexual del paciente sino que se transfiere a otras áreas de su vida disminuyendo su autoestima. Debemos pensar que esto puede hacer abandonar al paciente la práctica sexual y las relaciones sociales, causando un perjuicio en su estado de salud global. Los que tomaban inhibidores de la fosfodiesterasa 5 tenían una mejoría de su autoestima, posiblemente debido al efecto del fármaco sobre la DE.