XXXII Congreso de Comunicación y Salud - Zaragoza
Del 23 al 25 de marzo de 2023
“Dolores quiere hablar con usted”
Enfoque individual
Dolores, 100 años, pluripatología y polimedicación. Buen estado cognitivo. Dependiente para algunas actividades instrumentales y básicas de la vida diaria. Inteligente, luchadora y excelente contadora de historias. Su peor compañera, la soledad.
Acude María José, cuidadora formal, comenta que Dolores quiere vernos, cuando podamos. Iremos el viernes como siempre.
Enfoque familiar y comunitario
Viuda. Vive sola. Cuarto piso sin ascensor. 5 hijos, Juan va tres tardes y algún nieto ocasionalmente. Ayuda domiciliaria dos horas/día. Voluntarios de Cruz Roja la bajan y pasean una tarde por semana.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Se escuchan sus pequeños pasos, nos abre la puerta. Presento a mi nueva residente —la mira y sonríe—, pregunta por María y Miguel y sus hijos, antiguos residentes. Comenzamos con una pregunta abierta y escuchamos su discurso. Nos explica la pauta decreciente de furosemida que ha realizado por notarse con más disnea y edemas. Tras un suspiro y con humor, nos dice: “Veis, ya yo también soy médica”. Nos cuenta la caída que ha tenido y cómo se ha asustado, no se podía levantar. Estaba sola, menos mal que acudió un vecino a socorrerla. En cada visita recuerda a su marido, haciendo la cuenta atrás de los años, meses y días que lleva sin él y nos habla de su enorme soledad.
Tras la exploración y comprobar su cumplimiento, con el recorrido por los cajones donde guarda su medicación, nos hace hueco en su sofá y nos sentamos a su lado para escuchar lo que quiera contar y sus preocupaciones. Esta vez es de verdad: ha decidido irse a una residencia.
Tratamiento y planes de actuación
Acordamos tratamiento, cita con su hijo para preparar los informes, petición de pruebas. Volveremos a despedirnos.
Evolución
Acudimos al domicilio, nos abre la puerta su nieta, mientras etiqueta su ropa. Dolores está inquieta, pero contenta con la decisión tomada. Su miedo y el mío, no volver a vernos.
La escucha y el acompañamiento de personas mayores con soledad es enriquecedor. Hay pacientes que forman parte de nuestra vida; la relación que se establece con ellos va más allá de una relación médico-paciente de confianza, llega al amor y la admiración mutua.