Atención Primaria, Servicio Urgencias y Atención Hospitalaria.

Enfoque individual

Varón de 19 años que acude a nuestra consulta por primera vez acompañado por un amigo ya que no habla español. Es originario de Pakistán y lleva 6 meses residiendo en España. Refiere que desde hace 3 días presenta fiebre hasta 39.3º de predominio vespertino asociado a escalofríos y astenia. Realizamos una exploración física completa que resulta anodina. Sospechamos de viriasis y le explicamos las medidas generales que debe adoptar.

A los 10 días vuelve a consultar porque continúa con la misma sintomatología, persistiendo fiebre elevada intermitente y astenia intensa. Realizamos analítica de sangre y Rx tórax urgente y citamos en 24 horas. En los resultados se observa una ligera anemia, perfil hepático alterado y una LDH elevada. La Rx de tórax resulta normal.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Nuestra sospecha clínica es de malaria, por lo que derivamos al servicio de Urgencias para realización de pruebas complementarias, entre ellas la gota gruesa. 

Diagnóstico diferencial: Malaria, gripe, leishmaniasis, tuberculosis, brucelosis.

Tratamiento y planes de actuación

En Urgencias se realiza de nuevo una analítica completa, ECG y Rx de tórax, así como la gota gruesa donde se observan parásitos intracelulares compatibles con Plasmodium vivax. También se realiza una ecografía abdominal en la que se describe una ligera esplenomegalia. 

El paciente ingresa en el servicio de Medicina Interna para tratamiento. 

Evolución

Se realiza tratamiento con antipalúdicos, y tras una semana hospitalizado el paciente es dado de alta. Acude a nuestra consulta refiriendo resolución de la sintomatología.

La malaria es una enfermedad causada por parásitos del género Plasmodium, y constituye una de las enfermedades tropicales importadas más frecuentemente diagnosticadas en España. Además, el aumento de la inmigración ha supuesto un aumento de casos en nuestro país. El retraso del diagnóstico y del inicio del tratamiento son esenciales para disminuir la mortalidad asociada a esta enfermedad. Por ello, es importante que el médico de familia sepa reconocer los síntomas, que en ocasiones pueden ser inespecíficos, así como realizar un correcto diagnóstico diferencial y un seguimiento adecuado, sobretodo en pacientes con factores de riesgo de contraer esta enfermedad, como son los viajeros o los extranjeros.