Enfoque individual
Paciente femenino de 40 años de edad sin antecedentes personales, acude refiriendo episodio de mareo brusco de segundos de duración mientras se encontraba trabajando, sensación de inestabilidad, giro y náuseas. Al examen físico se reproduce la clínica al girar sobre la camilla al cambiar de posición. A la exploración neurológica presenta nistagmus horizontal unilateral que bate hacia la izquierda, Romberg, Barany y maniobra de Unterberger positivo lateralizado hacia la derecha, resto sin alteraciones. Se realiza maniobra diagnóstica de Dix-Hallpike, con clínica positiva cuando la paciente se tumba del lado derecho, por lo que se procede a realizar maniobras de reposición de Epley del lado afecto.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Ante la clínica del paciente y exploración física, nuestra sospecha principal debe ser vértigo periférico paroxístico benigno (VPPB) que representa la principal causa de vértigo periférico, principalmente por canalolitiasis del canal semicircular posterior en un 90%, desde la consulta de Atención Primaria se debe identificar las características del vértigo para poder discriminar entre causa central y periférico, los cuales pueden ser tratados en nuestras consultas, se caracterizan por ser de segundos a minutos de duración asociado a movimientos cefálicos con nistagmus que localiza el lado afecto, en nuestras manos contamos con la herramienta más importante, la exploración física, por lo que evaluar los reflejos vestíbulo-espinales y vestíbulo-oculares es fundamental.
Tratamiento y planes de actuación
Las únicas pruebas complementarias necesarias son las maniobras diagnósticas para lo cual requerimos únicamente de una camilla en consulta y de nuestra experticia para realizar maniobras de provocación como la de Dix-Hallpike, una vez localizado el lado afecto está en nuestro deber realizar maniobras de reposición vestibular como la maniobra de Epley.
Evolución
La paciente refirió mejoría tras las maniobras de reposición, las cuales tienen un 80% de eficacia.
Como médicos de Familia debemos detener la inercia de indicar medicación antivertiginosa en éste tipo de pacientes, en los que se atenuará la clínica, pero no se resolverá el problema del paciente, realmente está en nuestras manos la solución, en el sentido figurativo de la palabra, y debemos ser capaces de implementarlas de una forma práctica, rápida sencilla y sobre todo eficaz.