Analizar con la comunidad cómo se ha visto afectado el principio de accesibilidad en Atención Primaria con la pandemia COVID-19.

La accesibilidad, entendida como la capacidad de poder encontrar asistencia adecuada a sus necesidades en tiempo, forma y coste, es uno de los pilares fundamentales de la Atención Primaria que ya describía Barbara Starfield. Desde antes de la pandemia ya se venían implementado medidas de recorte que afectaban al derecho a la asistencia sanitaria, negando su universalidad (RDL 16/2012) y que reducen el gasto sanitario público y de manera mucho más acusada en AP.  Se ha realizado un taller utilizando metodologías participativas con personas del barrio donde se pone de manifiesto que la pandemia COVID ha aumentado la inequidad en el acceso, especialmente para población en situación administrativa irregular («Cuando lo necesito voy al hospital y me atienden sin tarjeta»). La brecha en el uso de tecnologías ha supuesto un obstáculo adicional («Todo va por internet, no tengo nada de eso»). Hay que sumar además, el aumento en la demora para poder conseguir cita en el centro de salud por un aumento de las necesidades en salud y una disminución en los recursos del sistema. El culmen de la vulneración de este principio lo podemos ver ahora con el cierre de centros de salud y reagrupación de los mismos. («Los hospitales siguen igual, lo que ha cambiado es el centro de salud»).

Existe, ya desde antes de la pandemia, una vulneración sistemática y estructural del derecho al acceso a la salud, agravada por la pandemia, lo que cristaliza en inequidades en salud que suponen un riesgo para las comunidades.

Acercar el centro de salud a la comunidad y conocer cómo vive la población la accesibilidad al mismo para poder así reivindicar desde los profesionales ese derecho universal.