Explorar el proceso de enfermar de los MIR(médico interno residente), destacando aquellos en medicina familiar y comunitaria.

Estudio cualitativo mediante entrevistas semiestructuradas a MIR, que durante su periodo formativo han padecido una enfermedad importante, y un grupo focal con responsables de docencia MIR. Muestreo teórico intencionado hasta saturación de la información. Entrevistas:10 MIR(4 MFyC). Grupo focal:6 jefes de unidades docentes. Tras transcripción con literalidad, se realiza análisis por pares con MAXQDA, obteniendo 7 categorías y 93 códigos.

Dentro de las categorías analizadas, sí que se aprecian diferencias entre MIR y pacientes no-médicos, con la presencia del autodiagnóstico o consultas informales con colegas. El diagnóstico es realizado con mayor rapidez y el seguimiento de una manera informal. Solo uno de los participantes acudió a su médico de familia al inicio. Por otro lado, se observa ese trato preferente y una información recibida mucho más técnica. La influencia de los conocimientos puede ser un elemento facilitador, aunque también puede dar lugar a omisión de información, dada como sobreentendida. Es habitual que se asuma la pérdida de confidencialidad. En referencia a los sentimientos y actitudes, resultan similares a la población general. El aprendizaje de la enfermedad aumenta la empatía con los pacientes y modifica el comportamiento hacia ellos. Existe gran preocupación por el impacto laboral y formativo con miedo a perder su formación. Los jefes de estudio aparecen como piezas fundamentales de gestión aunque la adaptación del periodo formativo es muy heterogénea, motivo de queja.

Coincidiendo con la literatura, cuando un MIR enferma, no se comporta como un paciente cualquiera. La enfermedad en esta etapa tiene gran impacto en su capacitación profesional, otorgando a los responsables de docencia un papel fundamental.