XLIV Congreso de la semFYC - Barcelona
14-16 de noviembre de 2024
Atención Primaria.
Dolor en miembros inferiores.
Enfoque individual
Mujer de 28 años sin antecedentes de interés.
Refiere importante dolor en ambas piernas, mayor en las rodillas, simétrico, desde hace años, que ha empeorado hasta hacerse limitante. Además, dificultad para encontrar ropa adecuada, bipedestación prolongada y cumplir correctamente con su trabajo. Todo ello empieza a afectarle a nivel psicológico, con aislamiento progresivo.
Ha probado a usar medias de compresión de farmacia sin alivio, teniendo que retirarlas a las pocas horas por aumento del dolor.
Exploración: IMC 25, miembros inferiores con alteración morfológica nodular a costa de tejido subcutáneo, aumentados de tamaño respecto al tronco, edema leve sin fóvea salvo pies, con importante dolor a la palpación generalizada. Telangiectasias, sin cordones varicosos. Equímosis varias en muslos. Signo de la copa supramaleolar. Signo de simarro positivo. Brazos con similares características.
Enfoque familiar y comunitario
Caso similar en abuela paterna, ya fallecida. No antecedentes de linfedema en la familia.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
JC: cuadro compatible con lipedema.
DD: obesidad localizada, linfedema, PEFE.
Tratamiento y planes de actuación
Se explica a la paciente que clínicamente es compatible con lipedema, y dado empeoramiento y dolor, se deriva a consulta de lipedema a cargo del servicio de Rehabilitación para valoración y tratamiento.
Se aportan medidas higiénico-dietéticas, recomendaciones de ejercicio adaptado y animamos a buscar información sobre la asociación ADALIPE.
Evolución
Tras valoración en rehabilitación, se realiza diagnóstico final de lipedema, con indicación de uso de medias de tejido plano tipo II durante 17 h al día para disminución del edema y del dolor. A valorar con el tiempo tratamiento quirúrgico.
El lipedema es una patología desconocida, incluída recientemente en la CIE-11, lo que nos permite empezar a conocerla y diagnosticarla. Se trata de una enfermedad genética, aunque de evolución impredecible. Estas pacientes a menudo viven con desesperanza, pero con un correcto diagnóstico podemos ayudar a mejorar su vida a muchos niveles: físico, psíquico y social.