XXXVIII Congreso de la semFYC – Barcelona
del 10 al 12 de mayo de 2018
Atención Primaria
Caso multidisciplinar
Paciente de 73 años acude por dolor lumbar de 3 meses de duración.
Enfoque individual
Enfoque individual: Antecedentes personales sin interés.
Anamnesis: acude por dolor lumbar de 3 meses de duración, irradia a cara posterior de muslo izquierdo, características mecánicas, no cede con AINES. No pérdida de peso, no fiebre, no sintomatología sistémica.
Exploración: Osteomuscular: Dolor a la palpación y percusión L2-L5. Neurológica normal.
Pruebas complementarias: Rx columna lumbar: destaca imagen de aumento de densidad en L4. RM lumbar aparecen lesiones óseas descritas como agresivas. En TAC aparece un patrón permeativo en rama isquiopubiana izquierda, aumento de densidad en rama iliaca derecha, esclerosis en pubis, sacroiliacas derechas, coxis, pedículo L3 , D12 y cuerpo vertebral D11. Gammagrafía es compatible con enfermedad metastásica ósea múltiple. Laboratorio: PSA 492ng/ML y fosfatasa alcalina 514 U/L, resto normal.
Enfoque familiar
Familia nuclear en fase de contracción. Jubilado (mecánico de maquinaria agrícola). Vive en área urbana. Fuerte red de apoyo.
Desarrollo
Lesión metastásica, Aplastamiento vertebral, Mieloma, Paget.
Tratamiento
Desde Urología se realiza biopsia, confirma un adenocarcinoma acinar. Se instaura tratamiento con bicalutamida y quimioterapia.
Evolución
Al mes refiere dolor de aparición brusca en zona inguinal izquierda. En Rx detectamos fractura isquiopúbica izquierda, que mejora con tratamiento radioterápico, reposo y analgesia. Instauramos tratamiento antireabsortivo+calcio/vit D. Al cabo de unos meses nos refiere sensación de acortamiento de extremidad, con pérdida de fuerza que se atribuye a neuritis por quimioterapia y a la fractura previa. Ante la persistencia de la clínica solicitamos radiografía observando una fractura subcapital de fémur izquierdo, siendo necesaria la colocación de prótesis.
Ante todo paciente que derivamos para el seguimiento de patología a otros especialistas, debemos adoptar una actitud vigilante ante posibles complicaciones o acontecimientos que puedan sobrevenir, asumiendo el seguimiento que nos pertoca con respecto a la longitudinalidad de nuestra atención a los pacientes, como médicos de familia.