XXXV Congreso de la semFYC - Gijón
del 11 al 13 de junio 2015
Conocer el perfil de la calidad de vida relacionada con la salud por género y edad de los pacientes incluidos en el programa de atención al paciente crónico complejo, programa diseñado para dispensar una atención personalizada a aquellos pacientes con diferentes patologías crónicas, polimedicados y riesgo de descompensación.
Estudio transversal realizado en tres centros de salud. Se evaluó la calidad de vida relacionada con la salud utilizando el perfil de salud de Nottingham (validado en nuestro entorno) en el momento de incluir a los pacientes en el programa.
Participaron 72 pacientes, el 56% hombres, con una edad media de 72 años (DE 9,01).
El 25% de los pacientes vivían solos.
Los antecedentes patológicos más frecuentes fueron la insuficiencia cardíaca (68%), la enfermedad pulmonar crónica (51,3%) y la cardiopatía isquémica (48,6%).
Las dimensiones más afectadas según el perfil de salud de Nottingham fueron la de energía (media:56,53,DE:37,62) y función física (media:46,24,DE:26,36) seguida de dolor (media:34,34,DE:30,05), emoción (media:33,40,DE:24,82) y sueño (media: 32,77,DE:31,44). La dimensión menos afectada fue la de aislamiento (media:21,51,DE:22,81). Las mujeres presentaron peor calidad de vida en la dimensión de energía (media: 66.08 vs 48.18, p= 0.0476), función física (media:52.97 vs 39.7; p=0.0513), dolor (media:49.75 vs 23.37; p< 0.001), y emoción (media:40.44 vs 27.51; p = 0.0149). No se encontraron diferencias en las dimensiones de sueño (media: 38.73 vs 26.20) ni en la de aislamiento social (media:24.20 vs 18.99). No se encontraron diferencias por grupos de edad.
La calidad de vida relacionada con la salud en el paciente crónico complejo es peor en las mujeres que en los varones, sobre todo en las dimensiones de energía, física, dolor y emoción. En la evaluación del paciente crónico complejo además de las escalas de valoración geriátrica se debería tener en cuenta la valoración de la calidad de vida.