Atención Primaria.

Paciente de 49 años que acude por eritema y quemosis conjuntival de ojo izquierdo.

Enfoque individual

No antecedentes patológicos de interés, no alergias conocidas. Acude por eritema y quemosis conjuntival de ojo izquierdo. Test de fluoresceína negativo. No mejoría con colirio de tobramicina combinado con dexametasona. Tampoco responde a azitromicina en colirio ni antihistamínicos. A los 5 días, presenta fotofobia intensa, visión borrosa, sensación de cuerpo extraño y pérdida progresiva de la agudeza visual. La paciente es remitida a urgencias de oftalmología.

Enfoque familiar y comunitario

Sin interés.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Exploración oftalmológica con hiperemia y quemosis conjuntival, severa reacción papilar en conjuntiva tarsal, tensión ocular normal, infiltrados subepiteliales en forma de disco con opacidad corneal. Ecografía de globo ocular y tomografía computerizada de la órbita normales. Cultivo bacteriano negativo. 

Tratamiento y planes de actuación

Ante el diagnóstico de queratitis numular en el curso de una queratoconjuntivits epidémica, se inicia tratamiento tópico con  corticoides de alta potencia y ciclosporina como inmunosupresor. Se recomienda el uso de lágrimas sin conservantes a demanda. Al cabo de un mes, se inicia una pauta descendente del corticoide tópico y se le recomienda seguir con ciclosporina durante un mínimo de 6 meses.

Evolución

A los 2 meses, la paciente sigue controles en oftalmología, resolución de la conjuntivitis y de los depósitos corneales pero persistencia de disminución de la agudeza visual y fotofobia.

La queratitis numular es un proceso inflamatorio de la córnea que se caracteriza por la presencia de múltiples infiltrados subepiteliales corneales con tendencia a la confluencia que provocan opacidad corneal. Evolución lenta, típicamente unilateral, puede ser recurrente. Suele aparecer en el curso de queratoconjuntivitis epidémicas, de origen viral, principalmente por adenovirus, de naturaleza muy contagiosa, puede causar brotes epidémicos. Su evolución suele ser benigna. Representa el 8% de las consultas en oftalmología.