XXXIV Congreso de la semFYC - Gran Canaria
del 12 al 14 de junio 2014
ÁMBITO DEL CASO
Atención Primaria.
Caso multidisciplinar.
MOTIVOS DE CONSULTA
Infección respiratoria.
HISTORIA CLÍNICA
Enfoque individual
Mujer de 80 años diagnosticada de enfermedad de Alzheimer severa e insuficiencia renal crónica.
Acude a consulta por un cuadro de 5 días de evolución con tos productiva, fiebre persistente y disnea.
En la exploración física presenta un llamativo deterioro del estado general con pérdida de peso. Auscultación pulmonar con roncus dispersos y sibilancias espiratorias Saturación del 96%. Se palpa una adenopatía supraclavicular izquierda de 2 cm de diámetro de consistencia pétrea. No presenta otras adenopatías significativas.
Se solicita placa de tórax urgente que muestra un engrosamiento hiliar bilateral sin identificar infiltrados pulmonares.
Ante la sospecha de una patología subyacente se decide derivar al hospital recurriendo al circuito de “Sospecha de Malignidad”.
Enfoque familiar
Vive con su hija, acude a un Centro de día.
Desarrollo
Ingresan a la paciente para completar estudio.
Se realiza biopsia de la adenopatía: Linfoma folicular grado IIIA.
Se completa estudio con TAC de tórax que muestra extensa afectación hiliomediastinica y pulmonar con adenopatías supraclaviculares izquierdas y retroperitoneales.
Tratamiento
Se consensúa con la familia desestimar tratamiento curativo del linfoma.
Evolución
Tras el alta hospitalaria la hija acude a nuestra consulta para pedir orientación y planificar medidas de soporte en domicilio.
Establecemos un calendario de visitas programadas a domicilio y ofertamos la posibilidad de activar el Equipo de soporte domiciliario (ESAD).
CONCLUSIONES
En Atención Primaria la mayoría de las adenopatías que palpamos en consulta se deben a procesos infecciosos reactivos.
Tanto el aspecto de la adenopatía (tamaño, consistencia, adherencia a planos profundos) como la localización pueden orientarnos al diagnóstico.
En nuestro caso, el deterioro del aspecto físico de la paciente nos hizo sospechar que no se trataba de una simple infección respiratoria y la exploración minuciosa nos permitió detectar un signo de alarma.
Una de las labores fundamentales del médico de familia es orientar y acompañar al paciente y a su familia en los últimos momentos de la vida.
La confianza adquirida a lo largo de los años nos lo facilita. Y desde luego, poder compartir estos últimos momentos puede ser una labor muy grata tanto para los pacientes como para nosotros .